jueves, 12 de abril de 2012

Neuropsicología del amor


La teoría más importante sobre la neuropsicología del amor es la desarrollada por Helen Fisher. Esta autora propone la teoría de que la humanidad ha desarrollado tres sistemas cerebrales principales para el apareamiento y la reproducción:
  • El impulso sexual.
  • El amor romántico (especialmente intenso de la etapa inicial de la relación).
  • El apego (sentimientos profundos de unión con un compañero a largo plazo).
Según H. Fisher, el amor puede comenzar con cualquiera de estos sentimientos. Algunas personas tienen relaciones sexuales con una persona nueva y posteriormente se enamoran. Algunos se enamoran primero, y luego tienen relaciones. Otros comienzan con un sentimiento profundo de apego, que se transforma en amor romántico y en impulso sexual.




El impulso sexual consiste en la tendencia hacia la satisfacción sexual. Según H. Fisher, se desarrolló para motivar la búsqueda de una amplia gama de compañeros reproductivos. Desde el punto de vista neurológico, está asociado con una activación del hipotálamo y de la corteza cingulada anterior y otras regiones subcorticales, al tiempo que se da una desactivación de la corteza frontal. Desde el punto de vista hormonal, el grado de deseo sexual depende sobre todo de los niveles de testosterona.

El amor romántico consiste en un amor obsesivo y apasionado. No se trata simplemente de una emoción, sino que consiste en un complejo sistema motivacional, asociado con una sensación de euforia con grandes componentes de obsesión. Desde el punto de vista evolutivo, se desarrolló para enfocar la atención hacia un único individuo a la vez, para ahorrar tiempo y energía durante el cortejo. Desde el punto de vista neurológico está asociado a una activación en el núcleo caudal y el área tegmental ventral del sistema de recompensas, y la ínsula medial, el cingulado anterior y el hipocampo. Además, se da un aumento de los neurotransmisores dopamina y noradenalina (norepinefrina) y un descenso de la serotonina.

El apego se basa en sentimientos de tranquilidad, seguridad, comodidad social y unión emocional con una pareja de larga duración. Evolutivamente, se desarrolló para motivar el mantenimiento de una afiliación con un compañero reproductivo por lo menos hasta criar a la prole. Desde el punto de vista neurológico está asociado a las hormonas (que actúan también como neurotransmisores) oxitocina y vasopresina.

El amor romántico 

 

Características del amor romántico


Podríamos enumerar las características del amor romántico, pero Lope de Vega ya lo hizo de manera magistral. Aquí podemos escuchar su famoso soneto, en la voz de Nancho Novo:


 

Pero ¿qué procesos cerebrales están implicados en este poderoso proceso? Este vídeo nos lo explica.

 
Vamos a resumir las ideas principales:

 

Áreas cerebrales implicadas


Las dos áreas cerebrales más importantes implicadas en los procesos que supone el amor romántico son el área caudal y el área tegmental ventral del sistema de recompensas. Ambas zonas sufren una importante activación durante el proceso.






Principales neurotransmisores


Los neurotransmisores son elementos fundamentales en eso que llamamos "estar enamorado". Hay tres que merecen la pena destacarse: la dopamina y la noradrenadlina (o norepinefrina), que aumentan sus niveles, y la serotonina, cuyo nivel disminuye.




Después de todo esto podemos preguntarnos: ¿el amor es algo así como una enfermedad? Quizás, pero sin duda también algo más. Y para demostrarlo, y terminar, aquí tenemos una lista con algunas de las canciones de amor más hermosas de todos los tiempos.

Y por si queréis leer algo más sobre el tema, aquí tenéis el artículo de periódico Manual de química para enamorados.

(Nota: Algunas de las imágenes están tomadas de La neurobiología del amor)

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